Bostezó y no pudo volver a cerrar la boca

Holly Thompson es una estudiante de 17 años que se encontraba en medio de una clase, cuando por esas cosas de la vida hizo una de las acciones más comunes de todos los días: bostezar. Con lo que no contaba es que su mandíbula se trabaría luego del bostezo, impidiéndole que pudiera volver a cerrarla nuevamente.

Así, intentó pedir ayuda a una compañera de clase quien luego de intentar ayudarle a cerrar la boca, no pudo lograrlo. Alertada la profesora no encontraron más remedio que ir a la enfermera de la escuela quien tampoco sirvió de mucho hasta que tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital más cercano.

Allí se le indicó que su condición no podía mantenerse por mucho puesto que perfectamente ella podría sufrir deshidratación luego de tanto tiempo sin poder beber o consumir alimentos, además de que el dolor que le suponía mantener la boca abierta por ya todo ese periodo significaba también que a la larga la situación empeoraría.

Como resultado final, la doctora Ejiro Obakponovwe utilizó un medio poco ortodoxo para tratar el problema: metió por la fuerza 26 tablillas de madera en la boca de Holly con el fin de que la mandíbula no se cerrara, muy por el contrario, intentarían abrirla un poco más para que luego aflojara y la asustada alumna pudiera cerrar la boca de una vez por todas.

Finalmente, el desenlace fue más que positivo, ya que Obakpnovwe logró solucionar el problema puesto que la mandíbula estaba resentida y generaba problemas al intentar cerrar la boca. Con unos minutos de descanso logró aflojar para finalmente volver a su estado normal. La situación fue transmitida por la cadena de noticias BBC en su programa Bizarre ER.

Vía | Blic Online