La sal para todos no tiene el mismo sabor
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Esta investigación fue publicada en la revista Physiology & Behavior, que señala que la genética tiene parte de su influencia a la hora de consumir sal y la cantidad de esta.
Fueron 87 participantes los que se prestaron para esta investigación, de entre 20 y 40 años, estos probaron alimentos salados a lo largo de varias semanas.
John Hayes, autor principal del estudio señaló lo siguiente “A la mayoría de nosotros nos gusta el sabor de la sal. Sin embargo, algunas personas toman más sal porque les gusta más el sabor de las comidas saladas y también porque la necesitan para disimular otros sabores desagradables de las comidas”.
“Los supercatadores, personas que experimentan el gusto de una forma más intensa, consumen más sal que quienes no tienen tan desarrollado el sentido del gusto. El sabor predominante de los aperitivos es el salado y, al menos en estas comidas, cuanta más sal mejor, por lo que parece que este tipo de comidas gusta más a los supercatadores”.
Son muchas las personas que consumen más sal de la recomendada sin embargo para ellos es simplemente un deleite el probar estos alimentos con alto contenido de este producto, además les permite ocultar los sabores amargos como por ejemplo el del queso, que si no fuese por la sal sería un producto bastante amargo.
Finalmente Hayes concluye “Las personas con el sentido del gusto poco desarrollado es más probable que añadan más sal a las comidas en la mesa porque necesitan más cantidad para percibirla con la misma intensidad que un supercatador. Sin embargo la mayor parte de la sal que consumimos proviene de la que se añade a las comidas preparadas y no del salero”.
Vía | El sabor salado no es igual para todos