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Satélites Starlink caen del cielo todas las noches: un fenómeno en aumento

No es una lluvia de meteoritos, sino el inevitable adiós de miles de dispositivos espaciales… ¿y si el cielo se queja de tanto tráfico?

Por Patrick D'appollonio
Publicado el 05 de octubre del 2025
3 minutos de lectura • 458 palabras

En las últimas semanas, el cielo nocturno del occidente norteamericano ha ofrecido un espectáculo inesperado que podría confundirse con una lluvia de meteoritos. Desde California hasta Canadá, residentes han avistado rastros ígneos descendiendo, pero en realidad se trata de satélites Starlink de SpaceX que están regresando a la Tierra. Estos avistamientos no son un signo apocalíptico, sino un recordatorio de lo activa que está la órbita baja terrestre con miles de estos dispositivos.

Un ejemplo de satélite de SpaceX, la compañía que opera el delivery de satélites Starlink a la órbita terrestre baja

Actualmente, entre uno y dos satélites Starlink descienden diariamente desde la termosfera, según datos del astrofísico retirado de Harvard, Jonathan McDowell, quien rastrea estos eventos en su Informe Espacial de Jonathan. Su gráfico muestra una tendencia al alza en las reentradas, y estima que pronto veremos hasta cinco por día. Esto se debe en gran medida al aumento exponencial de satélites en órbita baja terrestre (LEO, por sus siglas en inglés, que significa una zona cercana a la Tierra a unos 500-2000 kilómetros de altitud).

Starlink ya cuenta con más de 8500 satélites en operación, según los registros detallados de McDowell en esta página. Pero no es solo SpaceX: sumando proyectos como Amazon Kuiper y otros clústeres estadounidenses, pronto superaremos los 30.000 satélites LEO. Incluso China está lanzando su propio sistema, con estimaciones de hasta 20.000, lo que duplica el total global y acelera el ciclo de reemplazos.

Logo de Starlink
Estos satélites tienen un ciclo de vida típico de cinco años, tras lo cual se “retiran” y caen incontroladamente hacia la atmósfera, donde la mayor parte se quema. Un estudio reciente en Phys.org revela que la actividad solar elevada puede acortar este proceso, haciendo que regresen antes de lo previsto. McDowell advierte sobre el riesgo del síndrome de Kessler, un escenario donde la densidad de objetos en LEO genera colisiones en cadena, produciendo más escombros y potencialmente inutilizando la órbita para futuras misiones espaciales, como explica este artículo de Aerospace America.

La mayoría de estas reentradas son inofensivas, ya que los satélites se desintegran completamente al entrar en la atmósfera. Sin embargo, un informe de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, disponible aquí, proyecta que para 2035, cada dos años podría haber una persona herida o muerta por escombros cayendo. Así que, aunque no es momento de alarmarse, tal vez sea prudente mirar al cielo con un poco más de curiosidad (y precaución) en los próximos años.

Este fenómeno también impacta en el servicio de internet satelital, ya que cada satélite caído significa un posible retraso temporal en la conectividad para usuarios en áreas remotas. SpaceX, con su ambicioso plan de constelación, está revolucionando el acceso a internet, pero no sin estos ‘fuegos artificiales’ inevitables. Mientras tanto, expertos como McDowell continúan monitoreando para entender mejor estos patrones y mitigar riesgos futuros.

Fuente | Gizmodo

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